
Imaginar el mundo de la infancia sin el juego es casi imposible. Las primeras interacciones corporales con el bebé están impregnadas del espíritu lúdico: las cosquillas, los balanceos, esos juegos de crianza de los que habla Camels (2010): “Los juegos de crianza dan nacimiento a lo que denominó juego corporal [...] nombrarlos como juegos corporales remite a la presencia del cuerpo y sus manifestaciones. Implica esencialmente tomar y poner el cuerpo como objeto y motor del jugar”. Estos juegos corporales iniciales que se despliegan en la interacción entre la niña, el niño, su maestra, maestro y agente educativo contienen toda la riqueza lúdica del arrullo, el vaivén y el ocultamiento, que son la base de la confianza, la seguridad y la identidad del sujeto. Los contactos lúdicos iniciales cuerpo a cuerpo van distanciándose y se empieza a ver a niñas y niños empleando su cuerpo de manera más activa e independiente, en saltos, deslizamientos, lanzamientos, carreras, persecuciones y acciones más estructuradas que conforman juegos y rondas.
El juego, entonces, hace parte vital de las relaciones con el mundo de las personas
y el mundo exterior, con los objetos y el espacio. En las interacciones repetitivas y placenteras
con los objetos, la niña y el niño descubren sus habilidades corporales y las
características de las cosas.
Hablar del juego en la educación inicial es hablar de promover la autonomía,
de reconocer la iniciativa y la curiosidad infantil como una fuente de comprensión
del mundo que los rodea, situación que ha ser reconocida y acompañada por las maestras,
los maestros y los agentes educativos.
Juegan construyendo.
Los juegos de construcción se pueden entrelazar con los juegos simbólicos en la medida
en que se construyen escenarios para desarrollar en ellos creaciones con personajes,
como si fuera la selva, la ranchería, etc. Son juegos a los que las niñas y niños se entregan con gran concentración que posibilitan
hacer configuraciones de todo tipo y resolver
problemas, además de brindar un conocimiento
de las cualidades físicas de los objetos.
Asimismo, cuando las construcciones se
hacen en grupo, implican compartir, llegar a
acuerdos, respetar la producción de los demás
y enriquecerse con ellas. Estos juegos muestran
una evolución en las diferentes edades,
pasando de la manipulación a la planeación,
elaboración, combinación y nominación de las
construcciones. De allí la importancia de generar
experiencias pedagógicas de distinto orden,
de modo que el conocimiento sobre aspectos
del mundo cotidiano y del mundo fantástico
de las niñas y de los niños se puedan reflejar en
sus construcciones.
La exploración es un proceso que se destaca dentro del juego con los bebés, puesto
que de esta manera conocen el entorno, a los otros y a sí mismos por medio de los
sentidos; esta exploración profunda de los objetos es muy importante porque a partir
de ello pueden llegar a otorgar otros significados a los objetos, lo cual es primordial
dentro del juego.
El fenómeno de la exploración, según Garvey (1983), se evidencia cuando un objeto o
juguete no es familiar para la niña o el niño y, por ende, tiende a establecer una cadena de
exploración, familiarización y eventual entendimiento,
una secuencia que, repetida
con frecuencia, conduce a conceptos más
maduros acerca de las propiedades físicas
(tamaño, textura, forma) de los objetos.
Al respecto, Bruner (1984) hace referencia
a tres de las características del
juego en la primera infancia: el juego es
en sí mismo un motivo de exploración, es
una actividad para uno mismo y no para
los otros, es un medio para la invención
(p. 164). Este autor reconoce que el juego
y la exploración están íntimamente relacionados
y no pueden estar el uno sin
el otro, pues los dos se complementan.
Fuente: http://www.omep.org.uy/wp-content/uploads/2015/09/el-juego-en-la-ed-inicial.pdf
Juegos de Exploración.
Fuente: http://www.omep.org.uy/wp-content/uploads/2015/09/el-juego-en-la-ed-inicial.pdf
Pompas de Jabón.
Materiales:
- Alambre
- Agua
- Champú o Jabón liquido
- Colorante vegetal
- Papel afiche
- Recipiente
Procedimiento:
Preparamos con alambres un círculo bien cerrado con un manguito.
- En un recipiente con un poco de agua colocamos unas gotas de champú o jabón líquido con una gotas de colorante vegetal.
- Batir, introducir el alambre, sacarlo y soplar.
- Volarán muchas pompas de colores.
- Podemos dar a cada niño un color diferente de jabón.
- Luego sobre hojas grandes o afiches soplar estas pompas, quedarán marcados círculos de diferentes colores superpuestos.
- Una vez secos podemos utilizarlos como hojas soporte, o para hacer tarjetas, etc
Otras Opciones:
- Separamos a los niños en grupos por colores. A una señal se comenzarán a soplar las pompas, gana el equipo que más pompas logre hacer.
- Dividimos a los niños en tres grupos (celeste, blanco y celeste) y soplamos bien fuerte tratando de formar así los colores de la bandera en el aire. (Adaptar los colores de acuerdo a la bandera de cada país).
Recomendaciones:
- Prohibido manchar en los ojos.
- No jugar sobre piso de cerámicos.
- Jugar sobre césped.
- Utilizar jabón líquido anti alérgico, o champú de niños que tiene mucha espuma y no irrita a los ojos.
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